Sunday, January 08, 2017

Electro Superman parte 1

En estas vacaciones, que están terminando ya para mí, he estado haciendo una nueva lectura de una etapa polémica en la historia de Superman: el llamado Electrosuperman.

Esta etapa estuvo vigente desde marzo de 1997 a mayo de 1998 aproximadamente y estuvo marcada por un cambio drástico en la naturaleza de los poderes de Kal-El y el diseño de su icónico traje, en preparación para el próximo siglo.



Este cambio fue de inicio trascendente pues fue liberado en un comunicado de prensa y la mayoría de los noticieros y periódicos en la Ciudad de México retomaron la nota. Yo obviamente esperaba ver los cómics pronto en mis manos (aunque en esos días había un rezago importante entre las ediciones de Estados Unidos y las de México) y esperaba que en Comicastle se acabaran en un santiamén. 

Curiosamente mi edición de Superman Vol. 2 No. 123 lo adquirí en un puesto de la calle en Mosqueta, frente al mercado de Martínez de la Torre en la Colonia Guerrero.

Toda esta etapa es posterior a la Boda de Lois y Clark en la que Clark ha perdido sus poderes como consecuencia de la Noche Final (un crossover DC, donde el Sol es atrapado por un parásito estelar) y que al restablecerse el estatus quo, nuestro héroe no recupera sus poderes. Luego de una lucha por recuperarlos finalmente tiene una breve temporada de estabilidad y de pronto empiezan a manifestarse unos poderes diferentes y eventualmente Superman pierde el control de sus nuevas habilidades creando una crisis en Metrópolis.

Kal-El ha perdido su forma corporal y se convierte en energía. La única manera de resolver el asunto es al tratar de crear un traje contenedor usando tecnología kryptoniana, un polímero de Lexcorp y los conocimientos de Emil Hamilton y Kitty Faulkner.

Finalmente la mutación es controlada y aparentemente es permanente. Adiós al tradicional traje azul con rojo. Una nueva etapa de aprendizaje empieza para Lois y Clark.

Monday, January 02, 2017

Tinta de sobremesa

Aprovechando estos días en que aun estoy de vacaciones, he estado mirando mis cuadernos buscando cosas que me gustaría compartir de mi actividad de dibujante entusiasta. Afortunadamente he encontrado cosas que me gustan y que iré compartiendo y tal vez hasta lleve más allá al colorear de forma digital en el futuro.


 Hace meses estuve recordando toda aquella saga de Reign of the Supermen y el diseño que más me gustó fue el del Ultimo Hijode Kryptón, que resultara ser el Erradicador reencarnado tomando el modelo genético de Kal-El. Hice varios bocetos antes de llegar a este que tiene un acabado relativamente descente.


Otro de los que estuve trabajando a ratos fue este de V. Con mis plumas con punta de pincel en grises que ya están secas.


Doomsday ha sido uno de esos temas que no he logrado ejecutar adecuadamente y nunca me ha dejado contento. Este está más o menos cerca de agradarme. Tal vez un día, luego de bocetarlo mucho lo logre. Me conflictúa no encontrar cómo me gusta más: si a la Dan Jurgens o a la Jon Bogdanove.


Finalmente este de Wolverine que terminé hoy en la sobremesa al aplicar tinta a unos trazos en lápiz que no recuerdo exactamente cuándo hice.

En fin. Que seguiré compartiendo más rayas de ocasión.

Sunday, January 01, 2017

Comic de año nuevo

(Texto publicado en Área de no Leer)

Ayer, ultimo día del año 2016 estaba recordando otro 31 de diciembre, probablemente el de 1997 (o 98?). Estaba caminando por la avenida Mosqueta (Eje 1 norte) en la Ciudad de México con mi padre de camino a la panadería para comprar bolillos para la cena de año nuevo cuando, en la esquina de la calle Héroes justo donde estaba una zapatería Canadá, vi una portada negra con el escudo reluciente del Hombre de Acero.



La portada decía: "El Hombre de Acero". Se trataba del TPB (Trade Paperback o compilación) de la miniserie de relanzamiento de Superman que fue publicada originalmente en 1986 y que fue el reinicio de la continuidad entonces vigente de Superman.

Volví a casa por dinero ($47 pesos en precio de portada) y volví al mismo puesto de revistas a adquirirlo. Era muy adecuado que empezara el año con un nuevo comic en mis manos y mejor aun que se tratara del reinicio del Superman que amaba leer desde que entré al mundo de los comics en 1993.

Se trata de una miniserie muy especial. Muy bien escrita y delineada. Deja muchas circunstancias establecidas para poder seguir la nueva continuidad. Solo el primer número de la miniserie deja establecido en breves capitulos cómo sus padres biológicos deciden enviarlo a la tierra dejando claro que su llegada no fue arbitraria, como el joven Clark descubre que no pertenece a la raza humana, como deja al descubierto sus extraordinarias habilidades al prevenir que se estrellara un transbordador espacial (elemento retomado 30 años después para el inicio de la segunda temporada de la serie Supergirl) y cómo crea la identidad de Superman.



Curiosamente, en este caso, Clark crea, junto con sus padres adoptivos el traje y el diseño de la S (en la primera parte, en las escenas de Krypton no hay ningún indicio del uso del diseño de la S por ningún lado) y es Lois Lane quien le pone el nombre de Superman en su artículo del Daily Planet.



La segunda parte trata de cómo Superman se integra en Metrópolis evitando un robo simple, resolviendo una situación de rehenes y conociendo a la intrépida Lois que, buscando obtener la exclusiva, se lanza con su automóvil al río para llamar la atención de nuestro héroe. Su tenacidad cautiva aun más a Clark que,  por supuesto, la rescata y lleva hasta su casa donde aparentemente se llevará a cabo la entrevista (como en la película de 1978) pero finalmente Superman no suelta prenda con la información, pues él mismo hará la exclusiva para asegurarse de soltar la información de forma controlada y , de paso, hacerse de un puesto dentro del Daily Planet. Esa movida argumental me parece acertada pues permite que Clark aparezca después como un verdadero competidor profesional de Lois y esto complicará un poco el triángulo romántico entre Clark, Lois y Superman.



La tercera parte trata de la primera vez que se encuentran Batman y Superman en esta nueva continuidad. Superman visita Ciudad Gótica buscando hacerse cargo del misterioso Batman que opera fuera de la ley (les suena BvS?). Mientras Batman está interrogando a un maloso respecto a una ladrona que asesina a sus víctimas, es sorprendido por Superman quien piensa entregarlo a la policía. Batman lo elude, obviamente y cuando está por ser capturado de nuevo previene a Superman que, si se acerca más, traspasará un campo energético que lo rodea y detonará una bomba en algún lugar de Ciudad Gótica. Al comprobar que es verdad, terminan trabajando juntos forzosamente. Al final de esta aventura, Superman comprende que Batman es una fuerza del bien y que, aunque no aprueba del todo sus métodos, estos son necesarios en el contexto de Ciudad Gótica, que es muy diferente de Metrópolis.



En la parte cuatro conocemos a Lex Luthor, que en esta nueva continuidad se trata de un hombre de negocios muy exitoso. Dueño de varias empresas de las que dependen Metrópolis y su gente. La aventura transcurre en una fiesta en uno de los yates del magnate donde se desencadena una situación de rehenes. Clark y Lois están invitados a la fiesta, junto con otras personalidades importantes y conocemos que alguna vez Lois y Lex tuvieron algo que ver en el plano personal (elemento retomado en la serie animada de los 90's Superman: the animated series). Clark es lanzado por la borda por los terroristas convenientemente para que Superman haga su aparición. Al final resulta que todo fue un montaje de Luthor para hacer salir a Superman y convencerlo de trabajar para él. Indignado por esta treta, el alcalde de la ciudad le otorga poderes a Superman para poner bajo arresto a Lex Luthor.  Terriblemente humillado, Lex promete a Superman que será él quien se encargue de matarlo algún día.



En la parte 5 vemos la introducción de varios elementos conocidos en el canon de Superman en la nueva continuidad: la clásica armadura verde de Lex Luthor (que solo aparece al principio del cómic y en realidad no es operado por Luthor, que es un hombre de mediana edad), Lucy Lane, la hermana menor de Lois y que es presentada como una sobrecargo retirada debido a una ceguera cuyo origen no está establecido y el principal de estos elementos: Bizarro. Bizarro es un experimento de clonación que el Dr. Teng hace para Lex Luthor. Aparentemente exitoso, Luthor esta feliz de que al fin tendrá a su propio Superman para que haga lo que desee, pero en un momento el clon se colapsa su piel presenta un deterioro. Evidentemente no salió bien. El ADN kryptoniano es un truco muy difícil de lograr (cosa que veremos años después durante la saga de la Muerte de Superman). Más adelante vemos el rescate de una ambulancia por Superman, pero la gente se asusta al ver al héroe, luego rescata a Lucy quien, en medio de la depresión causada por su ceguera se lanza por la ventana. Al ser rescatada, las partículas que desprende la piel de este Superman aparentemente le ayudan a recuperar muy poco algo de visión. Evidentemente no se trata del verdadero Superman, pues este está trabajando en la redacción y sale a investigar cuando escucha de las recientes hazañas de este "Superman". La confrontación es inevitable. Entre otras cosas, queda establecido que la clonación también transmite algo de los recuerdos de Superman por lo cual podemos ver a Bizarro vestido en una versión extraña de Clark Kent. La confrontación llega de nuevo afuera del departamento donde vive Lucy. Finalmente Bizarro logra comprender que las partículas de su piel que poco a poco se va desmoronando pueden curar la ceguera de la chica y se lanza a embestir a Superman para que el impacto logre destruirlo y el polvo que quedé cure definitivamente a la chica.



El final de la miniserie termina por entregarnos la última de las  piezas: el legado de Krypton. Mientras Clark visita a sus padres en Smallville se le presenta una proyección holográfica de Jor-El, su padre biológico. Al entrar en contacto físico con el holograma, en su mente son proyectadas imágenes de Krypton que no alcanza a comprender. Posteriormente vemos a Lana Lang y conocemos que fue de ella, pues solo la vimos un momento en la primera parte de la miniserie, cuando Clark es aun adolescente. Al saber de los poderes de Clark, Lana comprende que nunca podrá estar con él como pareja, pues asume que ahora pertenece al mundo y se sume en una depresión. Finalmente al presentarse el holograma por segunda vez, Clark termina comprendiendo por completo su legado, Krypton, sus padres y todo el conocimiento de la civilización de la cual proviene.
Es una gran miniserie que sirvió para establecer de forma concisa muchas cosas que habría tomado más tiempo desarrollar en la narrativa mensual en los tres diferentes títulos que entonces se publicaban y un gran punto de entrada a los nuevos lectores que en 1986 se animaban a leer por primera vez las aventuras de Superman.

Para mí, en 1998 también fue muy refrescante, aun cuando el arte ya lucía pasado de moda. En las páginas magistralmente trazadas por John Byrne, hay muchos elementos que ayudan a ubicar en el tiempo las modas que existían en su momento de publicación original como el peinado de Lois, el corte de la ropa de los personajes, el atrezzo y la arquitectura. En ese sentido, la miniserie ha envejecido mucho. La esencia, por otro lado sigue vigente, tan es así que es básicamente la raíz de la inspiración para esta nueva camada de películas de DC desde Man of Steel, Batman v Superman y probablemente las próximas Wonder Woman y Justice League a estrenarse en este 2017.



Otro aspecto que resulta notable, al menos para mí, es el carisma que tiene este nuevo Superman que me recuerda muchísimo a Christopher Reeve, especialmente en la parte 2. Una secuencia de eventos que seguramente vienen inspirados por la primera aparición en en público de nuestro héroe en la película de 1978.



Es una lectura que no deben perderse y que, por cierto fue publicada recientemente con sus portadas originales por Televisa bajo el sello DC Comics México y que seguro hallarán en los puestos de revistas y/o en Sanborns.